tiempo después.


Me han dicho que con el paso de los días las palabras se comenzarían a agotar; sin embargo parece que por el contrario, la hermosa fortuna de ver tu sonrisa al despertar es suficiente inspiración para que las ideas fluyan en pos de arrancarte un suspiro seguido de esa bella expresión que me revela la alegría de los momentos que compartimos. 

En cada abrazo, de los que tanto añoramos al despedirnos en la mañana y tanto disfrutamos al reencontrarnos cada tarde, nos repetimos constantemente cuanto importamos el uno al otro, porque podemos vaciarnos los bolsillos sólo para que el otro esté mejor y aún así morirnos de risa porque esta vida nos ha premiado con la presencia que nos hace brillar cada día mas; con esa persona perfecta que parece confeccionada a la medida de la sonrisa del otro, hechos para ocupar el preciso espacio que forman los brazos cuando se entrelazan, o experimentar la dulzura inigualable de los besos que surgieron exclusivamente para ese ser especial.

En estos días de tantas excepcionalidades, días en los que hemos probado estar dispuestos para la tranquilidad y la calma del otro, momentos en los que hemos sido tanto la roca, como quien se aferra a ella; hemos experimentado también una inigualable felicidad por contar con esa compañía, estos pocos días que han sido suficientes para no permitirme imaginarme la vida sin tu presencia, quiero celebrar que compartimos este momento; un momento efímero y finito que sirve para expresar un amor que definitivamente no tiene medida, y que a pesar de estar sujeto a la imposibilidad de ser expresado con números, sigue creciendo. 

Hoy, a 61 días de haberte pedido que fueras mi novia, me siento completamente pleno, correspondido y feliz porque cada día al despuntar el sol, cuando de mis labios ha surgido la pregunta, una respuesta esperada, pero no por eso siempre sorprendente, ilumina mi sonrisa, y de esa expresión surge el deseo de un beso incontenible, y la necesidad de esperar otras 24 horas para volver a preguntar lo mismo, porque cada día con tus acciones, con tu increíble dulzura, tu admirable temperamento, y tu belleza deslumbrante has llegado a demostrar que eras el destino que me esperaba. 

Por esta razón hoy quiero que vuelvas a decidir ser mi novia, por otro minuto mas, por otra hora, día, mes mas; por toda la vida que nos espera; porque hoy deseo, acompasado por el ritmo de mi corazón acelerado, con orgullo caminar de tu mano, brindarte mi nombro, darte mi apoyo, regalarte mi mirada deseosa, entregarte mis manos fuertes para tu sustento, y suaves para tus caricias; quiero aportar cada día a tu felicidad, con la tranquilidad que cuando te veo, no es solo la inmediatez de tu compañía lo que me enamora, sino la inquebrantable confianza de que caminaremos en el futuro, tomados de la mano, esperando que el otro nos mire para perdernos de nuevo en un beso. 

Te ama con su alma.


Cristo...

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