la Fuerza



Te vi, te observé y supe de primera mano que tu mirada no sería la de una criatura indefensa sino la de la leona que acecha sin descanso a su presa; y pensarás que el carácter de una mujer se define con las clásicas palabras del hombre que, muerto de miedo, huye de la grandeza de una mujer inigualable, con las típicas palabras de desprecio que el autodenominado macho se refiere a las damas cuyo linaje supera su baja ralea, que pretende, con pobres argucias disminuir el poder que cada una tiene en sus manos; mi definición de ti no puede distar mas allá de eso, porque todo lo que debo a tu temperamento se resume en admiración constante. 

Hoy debo agradecer a la fortuna que me sonrió al mostrarme tu rostro y darme la oportunidad de compartir con una persona ejemplar, cuya fuerza y carácter representa la imagen viva de la mujer que tiene la virtud de transformar a su paso; y no porque mi amor por ti cada día es mas grande, sino porque de tu mano guía, he aprendido a verme distinto. Juego a ser tu guardián, aunque eres quien cuida mi corazón y mi alma que entrego a ti con la mayor confianza del mundo, porque no podría encontrar mejor guardadora para esos preciados tesoros. Pretendo ser el fuerte, cuando a tu lado esa coraza fría se desprende y puedo ser quien de verdad soy, sin máscaras ni pretensiones. 

Debo celebrar tu vida, debo celebrar con la mayor alegría que tu camino se cruzara con el mío para embellecerlo, y porque con la virtud de tus fuertes pasos, que me enorgullecen cada que camino tomado de tu mano, los míos también adquieren nuevos bríos, haciendo de nuestro trasegar un majestuoso desfile. debo celebrar este día, porque como mujer has puesto la vara muy alta para cualquiera de tus congéneres,  y de la forma mas humilde, sencilla y bella has llegado a iluminar mi existencia con la magnífica esencia de tu alma, has llegado a marcar un punto de partida final, para seguir escribiendo juntos una historia que no es perfecta, pero definitivamente se le parece mucho.

Definitivamente te amo, pero no solo eso, te admiro, eres mi heroína. 



Cristo...

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