Especialista en Nutrición

La vi cuando caminaba hacia mi y sus pasos firmes seguían un ritmo musical, que en silencio armonizaba con los latidos de mi corazón maravillado por verla; supe al instante que era una especialista; porque sus manos se movían con la gracia que requiere el conocimiento profundo y la humilde habilidad que exige el grado sumo en un arte. 

Con aquellas manos, y el transcurso del tiempo, ella supo acariciar mi corazón y darle el masaje necesario para que su latir no se detuviera y al contrario bombeara con fuerza la sabia vital que alimenta cada pequeño espacio de mi piel, que se sonroja por su presencia y se estremece con su tacto. 

Aquella chica es especialista, en su voz lo pude notar cuando las palabras justas llegaron a tiempo para apaciguar mi furia o espantar los miedos que, en ocasiones se cernieron sobre nosotros; y es que el tener sus manos dulces y tersas no fue nunca excusa para pararse ante esos monstruos y blandir el fuego protector que une y fortalece. 

Su juicio, rápido y certero son otro de esos atributos que yo diría sin miedo a equivocarme, que la hace una gran especialista. Ella ha tomado de su memoria todo ese conocimiento y en correctos y perfectos discursos ha sabido guiar mi duda y serenar mi espíritu, como blanca luz que desciende del cielo e ilumina el camino peligroso. 

Aunque su título universitario dice que es: Nutricionista, lo que la hace especialista es el amor que profesa hacia su trabajo, y como es una heroína en la penumbra, que con las mas preciadas y selectas palabras dirigidas a esas personas que muchas ocasiones no tienen en quien mas creer, construyen y edifican el cuerpo y el alma. De la mano de una dieta hecha con el mayor cuidado y amor, todos los días yo tomo prestada esa sonrisa para alimentar mis sueños y continuar a su lado, porque ella realmente es especialista en nutrir mi vida.