pasividad


Es esa sensación que me transmite sostener tus manos mientras miro tus ojos que me bañan bellamente con su luz; la sensación que me recorre el cuerpo sintiendo como la firmeza de tu temperamento hormiguea por debajo de la suave y tersa piel que te recubre, debo decir que sentir la fuerza de tu genio me alegra, me motiva, me hace desear cada minuta honrar la fortuna de darte mis manos para que las uses como a bien consideres, para acariciar, para sostener e inclusive para enjugar las lágrimas que a veces brotan de tus ojos. 

Debo decir que aún sintiendo la pasividad de tu alma que me envuelve en la sensación mas pura e increíble que me ha bañado, no dejo de pensar que uno de los fines de mi vida es honrar el regalo del cielo que llegó para acompañarme en este camino; que, sintiéndome como el mejor presente del universo, me envuelvo de la forma mas bella para ser perfecto a tus ojos; que notes cuando siendo un ser débil puedo ser el mas fuerte, y teniendo errores y defectos me prometo firmemente mejorarlos. 

Pasividad es el sonido plácido de tu voz cuando me despiertas amorosamente para que comience mi día a tu lado; o cuando siendo la mas considerada del mundo, te mueves con la mayor suavidad posible para que continúe mi descanso, y en la tersa sensación de tus labios reposa un beso que en sueños me hace sentir el mas feliz del mundo, y la sola necesidad de continuar a tu lado me hace renunciar al descanso para acompañarte lleno de amor y apoyarte, sostenerte. 

Es esa sensación la que me domina ahora, esa certeza de que al alzar la mirada estarás tu atenta a mi; que al extender mi brazo en busca de apoyo encontraré la belleza de tu figura que me cuida y me sostiene; el amor puro que canta suavemente y se mezcla con los sonidos de nuestro diario vivir, y aromatiza con las mejores esencias cada una de nuestras acciones, acciones que adornan con los mas bellos brillos nuestra vida. 

Hoy es un día especial por ser cualquiera que vivo a tu lado, porque desde ese día que vi tu rostro y caminé a tu lado, vivo en una constante y creciente espiral de buenos momentos, que se alimentan a si mismos, que crecen maravillosamente y se impulsan, volviendo a llevar esa espiral a un nuevo lugar en el que nuestras miradas se encuentran y se pierden en el otro, encontrándose solo en el amor de estar juntos y vivir en pos de la compañía siempre tan preciada. 

Gracias mi cielo por un día mas, estas lágrimas de felicidad son por la increíble placidez y pasividad que me causas, y por la cual mi vida ha cambiado tanto; son lágrimas de agradecimiento con la vida de tenerme a tu lado, honrándola cada vez que te tomo de la mano. 




Cristo...

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